Pese a que el cuadro local abrió la cuenta primero, minuto siete a través de Matías Reyes con un zurdazo que se clavó en el costado inferior del arco de Torres; fue el cuadro lacustre que demostró su gran alza futbolística, a través de las anotaciones de Carlos Ahumada en los 32′ con soberbio cabezazo y Fabián Illanes por partida doble (42′ y 45+2′) sellando un primer tiempo de ensueño.

El segundo tiempo se presentó tal cual se vislumbraba, con un Buenos Aires de Parral desesperado en busca de descontar y esa misma desesperación le jugaba en contra, ya que lo centro no tenían destino y los pases eran erróneos. Así las cosas no se movieron y con el pitazo final de Hugo Palma se desató la algarabía en los jugadores villaricenses. Mientras la otra cara de la moneda la vivía la parcialidad local y el equipo que abandonó entre lágrimas la cancha.